Disfrutar del jamón ibérico en casa comienza por conocer la manera correcta de empezarlo para poder apreciar así todos los matices de esta joya gastronómica.
Por decirlo de manera rápida, la apertura dependerá de la rapidez con la que se consumirá el jamón. Desarrollemos ahora esta idea. Lógicamente, no será el mismo tiempo de consumo en un restaurante o local hostelero que si hablamos del tiempo que tarda una familia en terminar un jamón entero. Normalmente, una pieza completa puede consumirse en un mes, mes y medio, mientras que en la hostelería, este puede durar una semana.
¿Por dónde comenzamos el corte?
En primer lugar quitaremos la corteza del jamón, así como la grasa sobrante de las partes que vayamos a consumir en el momento, para lo que es necesario emplear un cuchillo adecuado, que deberá ser afilado y delgado. Recuerda que la grasa alrededor del jamón es un conservante natural , por lo que no debes eliminarla toda desde un primer momento para evitar así que se seque y pierda sus propiedades gustativas y aroma.
En casa, la mejor opción es empezar el jamón por la babilla, es decir, la parte más estrecha. El motivo es que esta suele estar más curada y, por tanto, en el punto justo para disfrutar de todo su sabor y su aroma. Por ello y para evitar que se quede demasiado dura o seca con el paso de los días, es aconsejable consumirla primero.
¿Pezuña hacia arriba o hacia abajo?
Depende. Si tienes previsto consumir el producto durante un mes o más, la pezuña del jamón ibérico debería ir hacia abajo y el corte iniciarse por la zona de la babilla, como decimos, parte más curada pero más jugosa de la pieza y también la más propensa a secarse, por lo que es recomendable consumirla pronto. En cuanto a los bares y restaurantes, ferias gastronómicas y demás eventos sociales, utilizan la posición de pezuña hacia arriba para cortar el jamón, quedando por delante la parte más jugosa, denominada maza.
Algunos consejos de conservación
Una vez empezado el jamón ibérico, es importante que tengas en cuenta una serie de indicaciones que harán que tu producto se conserve en óptimas condiciones y puedas degustarlo con todas las garantías:
- Guardar la película de grasa extraída al principio y pasarla por encima del jamón evitará que se deshidrate y oxide.
- Cubrirlo con un paño de algodón oscuro evita que penetre la luz. A la hora de cubrir el jamón, ten en cuenta estas dos cosas: si vas a consumirlo al día siguiente o 48 horas más tarde, cubre la pieza con film transparente, estirándolo bien y dejando que la película de grasa que se ha creado actúe como pegamento que proteja a la carne. Si por el contrario tienes previsto consumirlo en un período superior a las 48 horas, te recomendamos que cubras el jamón con un paño negro de algodón, que evitará la entrada de la luz y su oxidación.
- Asegúrate de que guardas el jamón en un lugar fresco y seco. Un jamón bien conservado puede durar en óptimas condiciones de textura y sabor un mes o más. Para ello, procúrale una temperatura que ronde los 20º-23ºC. Ten en cuenta que la alta humedad ambiental o la exposición directa del sol contribuyen a su deterioro.
Esperamos que estas pautas te hayan sido de utilidad. Y recuerda: en Jamones Romero tenemos a tu disposición el mejor producto para ti y tu familia. ¡Será un placer atenderte!