Seguramente, habrás escuchado que, durante el embarazo, no se recomienda consumir jamón. Este es un mito que se lleva propagando mucho tiempo, sin embargo, no se trata de un hecho objetivamente cierto. ¡Te contamos por qué!
Cuidar la alimentación durante el embarazo es clave para asegurar un buen desarrollo del feto en el que estén cuidados tanto el bebé como la madre. Por ello, existen una serie de alimentos prohibidos o no recomendables durante los nueve meses de gestación, entre los que se incluye el jamón.
A pesar de que es importante evitarse problemas en una fase tan delicada, no es cierto que no se pueda consumir ningún tipo de jamón durante el embarazo.
¿Por qué no se recomienda consumir jamón a las embarazadas?
La razón principal por la que los especialistas no recomiendan consumir jamón durante el embarazo es la posible presencia de un parásito, denominado toxoplasma gondii. Este parásito, tal como su nombre indica, es el causante de la toxoplasmosis, una enfermedad, en general leve para las personas, pero que puede convertirse en fatal para el feto humano.
El toxoplasma gondii se encuentra principalmente en carnes crudas, agua contaminada o incluso en frutas y verduras que no están bien lavadas. En cuanto al jamón, diversos estudios han demostrado que, durante el proceso de curación, este parásito está presente en el alimento. ¿Pero significa esto que cualquier jamón que consumamos contiene toxoplasma gondii? ¡No! Hay que tener especial cuidado con los jamones de peor calidad, puesto que, en la mayoría de casos, su proceso de curación es inferior a los 18 meses así que el riesgo de contraer toxoplasmosis es mayor.
¿Qué tipos de jamón pueden consumir las embarazadas?
Para poder estar tranquila y eliminar cualquier tipo de peligro de que el jamón contenga este parásito, es fundamental que este esté congelado a menos de 22º durante, al menos, 10 días, antes de consumirlo. No obstante, hay que tener en cuenta que no todos los congeladores pueden alcanzar esta temperatura, así que lo ideal es cerciorarse antes de congelar el jamón de que está a la temperatura adecuada.
En el caso de Jamones Romero, no hay que preocuparse del jamón curado, puesto que es apto para embarazadas, debido a que el proceso de curación ha sido muy lento y la selección de la materia prima y su posterior almacenamiento han sido los adecuados. Esto hace que el jamón no se considere una carne cruda sino una carne curada muy lentamente.
Asimismo, nuestros jamones ibéricos también pueden consumirse por mujeres embarazadas. De todas formas, para evitar los sustos y estar totalmente segura de que un jamón puede comerse estando en cinta, recomendamos preguntar a los profesionales de nuestras tiendas, expertos en jamón, que te asesorarán y elegirán el producto más adecuado para ti.
En Jamones Romero llevamos más de 50 años ofreciendo la mejor calidad a todos nuestros clientes. ¡No dudes en ponerte en contacto con nosotros para cualquier duda que puedas tener sobre este manjar de la gastronomía española! Estamos aquí para ayudarte y darte lo mejor.